domingo, 29 de junio de 2008

EL TESORO PETROLERO

Desde principios de este año, nuestros gobernantes iniciaron una agresiva campaña publicitaria en radio y televisión, preparando –ahora nos damos cuenta - la propuesta que presentarían para hacer una Reforma Energética, que – debo reconocer – es necesaria para sacar mayor provecho de nuestros recursos energéticos.
Sin embargo, el matiz que nuestros gobernantes le han dado a dicha reforma, es mas bien, un intento de conceder a grandes y variadas empresas transnacionales, el privilegio de explotar y por consiguiente obtener pingües ganancias de un negocio que – contra todo lo que pudiera pensarse – es muy productivo.
Sin embargo, y sin necesidad de ser eruditos en la materia, podemos darnos cuenta que el problema que enfrenta PEMEX como entidad gubernamental, es la forma como se han enriquecido a expensas de esa empresa, políticos y administradores, y también, los amos y señores del sindicato de trabajadores petroleros.
Es factible pues hacer una reforma pero, consistente en cambiar el régimen fiscal de la paraestatal a fin de que pueda – como toda entidad económica con personalidad jurídica propia – reinvertir sus utilidades o excedentes que obtenga, cuando los precios del petróleo a nivel mundial se disparen como ha sucedido en los últimos días.
Con la inversión citada, se podrían construir refinerías que harían producir nuestros propios energéticos para uso público, - principalmente gasolinas - y no estar pagando precios estratosféricos a otros países por la importación de este energético y otros más, necesarios para la producción general en nuestro país.
¡Ah!, y para encontrar los “tesoritos” escondidos a grandes profundidades oceánicas, bastaría con rentar equipos con la tecnología avanzada necesaria, a países que como Noruega, los poseen y comercializan desde hace mucho, sin necesidad de asociarnos con intermediarios que al final de cuentas lo único que hacen, es obtener jugosas ganancias que perjudicarán grandemente a nuestro país.
Y para que no nos digan, que resulta difícil explicarnos el objetivo de la reforma energética porque “no estamos capacitados para entenderla” – como dijo el Director de Pemex – acompaño un cartón alusivo al tema, emitido por el Chamuco Helguera.

lunes, 23 de junio de 2008

CRONICA DE UN SUICIDIO




“Cristina Chubuck tenía 29 años de edad. Era guapa, culta, de sedoso pelo negro. Tenía una voz suave y bien modulada, y era la encargada de transmitir un noticiero tempranero en el canal 40 de televisión en Sarasota, Florida.
Aquel era un sábado cálido y Cristina comenzó a transmitir las noticias. Antes de terminar de hacerlo, miró directamente a la cámara de televisión, y dijo: “Y ahora, ¿Qué les parece si les informamos de un suicidio?”. Sonrió mientras hacía una pausa antes de agregar tranquilamente: “¡El mío!”.
En la mano derecha, que había mantenido oculta, exhibió una pistola, se apuntó a la cabeza y disparó. La sangre de la joven alcanzó a salpicar la cámara que la enfocaba.
Cristina Chubuck no dejó ninguna nota de despedida, pero si varios indicios de lo que pensaba hacer. Dos semana antes le había propuesto al productor del programa hacer un reportaje sobre el suicidio y la idea fue aprobada. Cristina habló con un oficial de la policía, quien le dijo que la mejor arma para un suicidio era un revolver .38 porque podía dispararse fácilmente y había muy poca probabilidad de errar el blanco.
Cristina compró uno y se lo mostró a un compañero de trabajo, quien le preguntó para que lo queria. Ella respondió con una risa nerviosa: “Bueno, creo que sería de mucha onda volarme la cabeza en pleno programa, ¿no lo crees?, y volvió a reír. Pero nadie tomó en cuenta aquello que parecía solo una broma de mal gusto.
Al escarbar mas en la vida de la joven suicida, la policía descubrió algo aterrador: Cristina, a su edad, con su talento y siendo tan bonita y simpática, era una solitaria y se consideraba una solterona sin esperanzas. Esto último era para ella como una obsesión. Decía que si llegaba a los 30 y no se casaba, no lo haría jamás. Por supuesto, todos se reían de eso. Pero lo cierto es que en los últimos tres años no había tenido un solo novio. Tenía muchos amigos, pero ninguno involucrado con ella sentimentalmente. Amigos para ir al cine, al teatro, a cenar. Se supo que había tenido acercamiento con algunos hombres de más edad que ella, pero nunca una relación formal. Se reveló también que ella había invitado a algunos otros amigos a salir como pareja, que la mayoría no aceptó y que quienes lo hicieron, ya no se mostraron interesados en una segunda cita, pero no dieron razones de peso.
Otro de los problemas de Cristina era que a su edad todavía era virgen. Le gustaba presumir de ello, pero todos se reían. A Cristina parecía no importarle, pero según su mamá aquellas burlas si la afectaban profundamente. No tenía porqué morir, dijeron todos en la televisora. Tenía un gran futuro y era brillante y bonita. Nadie supo jamás que tuviera problemas depresivos. Pero lo cierto es que la vida de esa joven tan maravillosa era solitaria y triste. En los últimos tiempos ya no asistía a tantas fiestas como antes, ya no reía como le gustaba hacerlo. Algo se había apagado adentro de ella y todos sus esfuerzos y su tiempo los dedicaba al trabajo. En los últimos meses de su vida, según recordaron algunos de sus compañeros, se había encerrado mas y más en si misma. Era cortés y amable, pero nada más. A menudo hablaba de que un día iba a poner fin a todo eso, pero lo repetía tanto que ya nadie le hacía caso. Hasta que lo hizo.”

Texto conmovedor que consideré apropiado compartir con todos mis amigos.

domingo, 22 de junio de 2008

PARA UN HIJO BUENO




CARTA A UN HIJO BUENO

La muerte de un ser querido como el padre – o la madre- jamás es lógico, nunca es razonable.
La muerte, lo sabemos, es un barco en el que vamos todos, en el que todo va. La muerte del padre es una luz al revés, es un abismo que oscurece las entrañas, un vacío lleno de remolinos incoherentes, una angustia opalina que nubla el mirar y entristece todo sentir, un palpitar de espinas y una desolación en donde anida todo desamparo.
La muerte del padre es una forma de muerte ontológica. Algo del ser de uno muere al morir el padre. No importa que edad tenga uno cuando el padre muere, uno en ese instante, se convierte en huérfano, en desprotegido, en desvalido.
Del padre – y de la madre – no solo recibe uno la vida, sino el sentido de la vida. Son ellos quienes demarcan los linderos del bien y del mal; la que le da color y valor a las palabras; la que armoniza la inteligencia, la que enseña a uno a vestirse, a bañarse, a respetar a los demás y entender que el mundo es un tejido peligros en el que hay que aprender a ser funámbulo o perecer a la primera caída. Del padre – y de la madre- aprendemos a querer, a distinguir, a entender que es lo razonable y que lo caprichoso. La madre – y el padre - son la realidad, la conciencia, la seguridad y la esperanza que vuelve fe, alegría y bienestar. Los padres son siempre futuro y garantía de vida. Por ello, si uno de ellos falta, uno se queda convertido en pobre mortal, con las manos vacías, llenas de nostalgia y de un dolor absolutamente desproporcionado con el tiempo que podemos vivir. Vivimos en dolor como si fuéramos eternos e infinitos.
De todo esto, solo hay un consuelo, uno solo. SI HICISTE TODO POR RESPONDER A SU AMOR CON AMOR, A SUS ATENCIONES CON ATENCIONES Y A SU VIDA CON TU TIEMPO Y VIDA…..la vida que te resta después siempre puede estar llena de bellos momentos, de sonrisas, de amaneceres de esperanza y sobre todo… si piensas en lo que ellos sufrirían viéndote padecer, por solo complacer, el dolor se te volverá tibio y poco a poco se ira convirtiendo en calor y dulcisima compañía.
Primero, hay que asumir el dolor en toda su plenitud. A nadie le pueden dar puñaladas sin que sangre en abundancia. Deja que las lágrimas corran y corran…serán como lluvia sobre tu pesar.
Regocíjate pues de la fortuna de haber tenido un padre y una madre como ellos y reconfórtate sabiendo que no pudiste ser un hijo mejor…y no olvides que en tu voz están sus palabras, en tus pensamientos sus ideas y en tus pasos la risueña alegría que siempre fuiste para ellos. Tu y solo tu, eres su resurrección. En ti está su luz, su amor, la inagotable confianza de que en el mundo todo puede fallar, MENOS SU CARIÑO. Y de todo ese caudal, el único dueño eres tu. No lo olvides nunca.
Un abrazo… y otro abrazo

Para el gran amigo de mi hijo – doblemente mi amigo – Mike el Cartonista (Notiver), con mi mas sentido pésame por la partida de su señor padre.

martes, 17 de junio de 2008

LOS NUEVOS REYES DEL HOGAR




Los Nuevos Reyes de mi Hogar

Cuando iniciamos nuestra vida como pareja, llegan los primeros y subsecuentes hijos y decimos entonces que éstos, son Los Reyes del Hogar.
Y así durante un buen tiempo, los consideramos con esa acepción, hasta que ellos crecen y cumplen con la Ley de la Vida: se casan y procrean sus propios hijos formando a su vez SU FAMILIA.
Cuando esto sucede, nosotros los abuelos vivimos nuevamente la alegría de tener en casa, bebés y posteriormente niños que nos llenan de felicidad, quizá con mayor vehemencia que en su oportunidad, nos colmaron nuestros hijos.
Decimos entonces que tenemos nuevos Reyes de nuestro Hogar, pues ellos llegan a nuestra casa y se adueñan de la misma, ante el estupor de nuestros propios hijos, quienes contemplan como con gran tranquilidad, permitimos que los nietos hagan y deshagan, sin el menor recato de que nos retraten cumpliendo con nuestra Paternidad Irresponsable.
Tal cosa me ha sucedido en los últimos cinco años. Tengo el privilegio de tener dos nietos Erick (5 años) y Carlos (2 años) que son mi adoración y que hacen conmigo, -no me apena decirlo - lo que quieren.
Ojala algún día, ustedes vivan en carne propia la gran alegría que es para todo ser humano, ser ABUELO.

martes, 10 de junio de 2008

LOS TAMBACHES DE JULIANA

LOS TAMBACHES DE JULIANA

Juliana llegó a mi pueblo convertida ya en leyenda. Nadie supo decir por que rumbo entró, ni cuando. A Juliana le bastaron dos días para darse a conocer en todos los barrios, desde las “5 Calles”, hasta la “Salida a Chumayel”, desde “El Cementerio” hasta el “Pozo de Don Aurelio”. La vimos pasar, cargada con sus desaforados tambaches a cuestas, sosteniendo una vara larga que le daba un apoyo puramente simbólico. Juliana iba por las calles encorvada bajo el peso de sus tambaches, mirando el suelo, como quien busca. A veces musitaba cantos religiosos; lo hacía con voz muy dulce y entonada. Juliana no pedía limosa, aunque la recibía. Decía entonces palabras de gratitud tan bien hiladas, que solo en los libros podían leerse iguales. En Teabo, corría el rumor de que Juliana era hija de una familia “muy decente” de un poblado cercano llamado Cantamayec. Encorvadita, pequeña, blanca, delgada, Juliana iba y venía como hormiga arriera, abrumada por el desacato de sus tambaches canturreando “Ho, Jesús, mi buen pastor!”, “¡Dios mío!, Dios mío, acércate a mi!” y otros cantos de iglesia. Juliana, de ojos azules, sabía mirar de frente, sin miedo, con una mirada que a veces causaba algo parecido al sobresalto; era la mirada de una asceta o la de una loca. El pueblo, por la vía simplista, simplemente la tildó de loca.
Pero…… ¡Cuidado! Juliana sabía enfurecerse fuera de toda proporción cuando alguien trataba de tocar sus tambaches. “¿Qué llevará dentro?”, nos preguntábamos todos, con gran curiosidad.
Un día, la vieja fue a comer a mi casa. Cometió el error de dejar sus bultos en el corredor, al alcance de mi mano. Tomé el más grande y pesado, lo arrastré hasta un cuarto y lo abrí, con ansiedad y temor. Cual fue mi sorpresa: ¡Había puros desperdicios malolientes!: papeles, trapos, palos, correas y guaraches inservibles….Toda clase de objetos inútiles desechados por un pueblo donde abundan los pobres. Sentí asco y desilusión. Yo esperaba encontrar una respuesta al misterio que rodeaba a Juliana. Hubiera querido descorrer ante mis paisanos, como un mago, el velo enigmático y mostrar la verdad desnuda y definitiva. Pensé, sin embargo: “Voy a quitarle este tambache a Juliana, así ya no llevará tanta carga encima”.
Pero ya la mujeruca había comido, y ya volvía, y ya había descubierto mi maniobra. En aquella ocasión Juliana no me insultó, ni me sacudió con su larga vara, ni se agitó en la furia, sino que cayó abatida, impotente, terriblemente abandonada y flácida entre sus tambaches. Y lloró. Lloró con llanto quedo, con lágrimas calientes y abundantes, mirándome desde su infinito abatimiento. Avergonzado y adolorido le devolví su tambache.
- ¿Por qué llevas estos tambaches? – le pregunté-. Adentro hay pura basura.
- Juliana dejó de llorar y me miró sin rencor. Sabía que mi pregunta iban en serio. Me respondió como desde un púlpito:
- - Mira niño: Cristo vino al mundo a cargar una cruz, pero yo soy indigna de cargar una cruz como él. Esta es mi cruz –dijo, acariciando sus tambaches-, por eso los voy cargando. ¿Ya me entendiste?
- Confundio, le mentí: Sí.

Pero no entendía, por supuesto. Y seguí sin entender, a medida que los años se me iban amontonando. De vez en cuando, como advertencia mágica, el recuerdo de Juliana venía a perturbarme. De algún modo pude percibir que aquel lejano suceso de la infancia contenía un mensaje que a mi me correspondía descifrar.
Un día me senté, como suelo hacerlo, a meditar. Juliana y sus tambaches, inopinadamente, volvieron del éter, con su tremendo mensaje a cuentas. ¡Entonces, de un golpe, descifré el misterio! ¡Caramba!, me dije, ¡Yo soy Juliana! Juliana iba cargando muy ufana su carga de porquería, alegando que era la cruz de Cristo lo que la agobiaba. Igual que ella, llevo a cuestas mis prejuicios, mis envidias, mis rencores, mis mentiras, mi soberbia, pero me siento muy ufano porque me creo recto, generoso, liberal, veraz y noble.
Yo también voy por la vida engordando mis tambaches con miserias, convencido de que guardo tesoros de mucho mérito. Igual que a Juliana, me exaspera que alguien se atreva a tocas mis tambaches; me hago el ofendido cuando se me señala algún defecto, y la furia me sirve como defensa.
Juliana y sus tambaches han dejado de pulsar como un misterio. Hoy no me queda sino reconocer la futilidad de mis tambaches de soberbia y emprender el camino, liberado de estorbos.
Es asunto mío, es verdad. Pero también es tuyo, porque TODOS CARGAMOS TAMBACHES.

domingo, 8 de junio de 2008

ACARICIAME

Acariciar y ser acariciados es una delicia, además de una necesidad para nuestro equilibrio emocional. Un código de comunicación más rico y sofisticado que las propias palabras.
Porque es tan importante acariciar y ser acariciado?
El ser humano – a diferencia de otros seres del reino animal - no se mantiene únicamente con alimentos y líquidos; también necesita del afecto para sobrevivir. Somos seres sociales por naturaleza y, sin contacto físico, nos deprimimos y nos debilitamos al grado de contraer enfermedades mortales.
Muchos especialistas en este renglón, han demostrado, con años de rigurosa investigación que la falta de caricias puede provocar retraso en el desarrollo psicológico y una degeneración física capaz de acabar en un desenlace fatal, a pesar de tener el alimento e higiene necesarios para asegurar la supervivencia. Desde el punto de vista psicológico, han constatado que quienes durante su infancia no sintieron el contacto de una caricia, son proclives a mostrar dificultades para dar o recibir afecto y expresar su emotividad. Son los que habitualmente reciben el calificativo de personas frías, que consideran el contacto físico con los demás como algo sucio.
Y tu, acaricias con frecuencia a tus seres queridos?

viernes, 6 de junio de 2008

RECUERDOS A DOMICILIO

RECUERDOS A DOMICILIO

Hoy, por primera vez, aterricé una idea que tenía en mente desde el 2006, año en que decidí ejercer mi derecho a la jubilación.
Estando todavía como empleado activo de mi GRAN EMPRESA PATRONAL, mantuve siempre, cierto interés en organizar reuniones regulares con mis compañeros que en ese entonces, estaban jubilados.
A la fecha, esos compañeros -12 en total- hemos integrado un compacto grupo de amigos, y nos reunimos al menos, una vez al mes para disfrutar principalmente, de una amena charla y en segundo término, saborear un rico café de los que – presuntuoso que soy – abundan en esta hermosa tierra que me acogió con tanto cariño y a la cual estaré ETERNAMENTE AGRADECIDO.
Decía que aterricé una idea. Esa idea consiste en visitar en su domicilio –previa cita con el anfitrión – a los compañeros que están enfermos o que cuentan ya con tal edad, que les resulta difícil salir solos a la calle.
En este inició del plan puesto en práctica, visitamos a un gran compañero de nombre José Cirilo, quien cuenta con 84 años de edad y se encuentra con una condición física envidiable, pero que prefiere no salir a la calle, por estar cuidando y/o acompañando a su señora esposa, quien, tiene problemas de salud complicados y de sumo cuidado.
Nos dio mucho gusto convivir y platicar con José Cirilo, ya que varios de los integrantes del grupo, hacía tiempo que no lo saludábamos; además, pudimos observar que a la edad en que se encuentra tanto el compañero como su esposa, es un gran aliciente convivir y tener contacto físico con personas que, como José Cirilo, formaron parte de nuestra vida laboral y que en muchos aspecto, conocemos mejor que su propia familia.
Prueba de ello es que nuestra visita se prolongó durante tres horas y aún sentimos que no fue tiempo suficiente para revivir muchos recuerdos que nos hicieron reír y reflexionar sobre la naturaleza humana tan sensible y a la vez tan corta.
Continuaremos con este programa tan interesante en nuestro entorno social.