lunes, 23 de junio de 2008

CRONICA DE UN SUICIDIO




“Cristina Chubuck tenía 29 años de edad. Era guapa, culta, de sedoso pelo negro. Tenía una voz suave y bien modulada, y era la encargada de transmitir un noticiero tempranero en el canal 40 de televisión en Sarasota, Florida.
Aquel era un sábado cálido y Cristina comenzó a transmitir las noticias. Antes de terminar de hacerlo, miró directamente a la cámara de televisión, y dijo: “Y ahora, ¿Qué les parece si les informamos de un suicidio?”. Sonrió mientras hacía una pausa antes de agregar tranquilamente: “¡El mío!”.
En la mano derecha, que había mantenido oculta, exhibió una pistola, se apuntó a la cabeza y disparó. La sangre de la joven alcanzó a salpicar la cámara que la enfocaba.
Cristina Chubuck no dejó ninguna nota de despedida, pero si varios indicios de lo que pensaba hacer. Dos semana antes le había propuesto al productor del programa hacer un reportaje sobre el suicidio y la idea fue aprobada. Cristina habló con un oficial de la policía, quien le dijo que la mejor arma para un suicidio era un revolver .38 porque podía dispararse fácilmente y había muy poca probabilidad de errar el blanco.
Cristina compró uno y se lo mostró a un compañero de trabajo, quien le preguntó para que lo queria. Ella respondió con una risa nerviosa: “Bueno, creo que sería de mucha onda volarme la cabeza en pleno programa, ¿no lo crees?, y volvió a reír. Pero nadie tomó en cuenta aquello que parecía solo una broma de mal gusto.
Al escarbar mas en la vida de la joven suicida, la policía descubrió algo aterrador: Cristina, a su edad, con su talento y siendo tan bonita y simpática, era una solitaria y se consideraba una solterona sin esperanzas. Esto último era para ella como una obsesión. Decía que si llegaba a los 30 y no se casaba, no lo haría jamás. Por supuesto, todos se reían de eso. Pero lo cierto es que en los últimos tres años no había tenido un solo novio. Tenía muchos amigos, pero ninguno involucrado con ella sentimentalmente. Amigos para ir al cine, al teatro, a cenar. Se supo que había tenido acercamiento con algunos hombres de más edad que ella, pero nunca una relación formal. Se reveló también que ella había invitado a algunos otros amigos a salir como pareja, que la mayoría no aceptó y que quienes lo hicieron, ya no se mostraron interesados en una segunda cita, pero no dieron razones de peso.
Otro de los problemas de Cristina era que a su edad todavía era virgen. Le gustaba presumir de ello, pero todos se reían. A Cristina parecía no importarle, pero según su mamá aquellas burlas si la afectaban profundamente. No tenía porqué morir, dijeron todos en la televisora. Tenía un gran futuro y era brillante y bonita. Nadie supo jamás que tuviera problemas depresivos. Pero lo cierto es que la vida de esa joven tan maravillosa era solitaria y triste. En los últimos tiempos ya no asistía a tantas fiestas como antes, ya no reía como le gustaba hacerlo. Algo se había apagado adentro de ella y todos sus esfuerzos y su tiempo los dedicaba al trabajo. En los últimos meses de su vida, según recordaron algunos de sus compañeros, se había encerrado mas y más en si misma. Era cortés y amable, pero nada más. A menudo hablaba de que un día iba a poner fin a todo eso, pero lo repetía tanto que ya nadie le hacía caso. Hasta que lo hizo.”

Texto conmovedor que consideré apropiado compartir con todos mis amigos.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante entrada don Roger, y es que si, es una pena y muy triste que estas cosas sucedan, sobretodo por no saber escuchar y darnos cuenta de las señales. No tenemos la vida comprada es verdad, pero tampoco tenemos por que cortarla de tajo de esa forma. Algunas veces en lo personal me ha tocado lidiar con casos parecidos, de amigos o de familiares a los que casi ni conocía, es muy doloroso y deja un vacío enorme, que en nuestra sociedad estereotipada solo nos hace sentir peor.
Es muy difícil entender los motivos, es apresurado decir si es cobardía o valor... yo no podría ni pensar en arrancarme una uña, simplemente no lo entiendo, pero si se que como a esta chica, la soledad me aterra. Creo que nadie nació queriendo estar solo, desde pequeños estamos rodeados de gente que nos queire y que no nos quiere también (de esas es mejor alejarse). A veces me he perdido en mis pensamientos acerca de la muerte... y todas esas ocasiones solo me doy cuenta que estamos de paso, y es una estadía por demás muy, muy breve...Solo nos queda disfrutarla al máximo. Saludos cordiales para usted y toda su familia.

Roger Cortes Carrillo dijo...

La idea es que estos casos, nos sirvan de ejemplo para no caer en esas etapas de depresión, que posiblemente nos encaminen a cometer una tontería como la de esta chica.
Enhorabuena y gracias por entrar a mi página.
Un abrazo
Roger

Wii dijo...

¡Ay nanita! Qué impresionante debe haber sido ver algo así. Cuando muchos están luchando por vivir siempre estará el contraste de las personas que no le ven el caso a seguir existiendo en un mundo que no es justo con ellos, desde su punto de vista.

No cabe duda que cada cabeza es un mundo, yo en lo personal tengo más incertidumbre por no decir miedo a lo desconocido después de la muerte, que a la propia vida, que efectivamente es muy muy breve.

Saludos papá y feliz cumple a Erickito que hoy tiene ya 5 años.

Roger Cortes Carrillo dijo...

Wii:
Me da gusto que hayas entendido el mensaje que quise transmitir con este relato, pues a Inés y a mí, también nos impresionó como no te imaginas.
La fiesta de Erick estuvo muy alegre y eso que solo invitamos a la familia mas cercana. Estuvo feliz como todo niño sano.
Un abrazo